Instalar un plato de ducha en lugar de una bañera ofrece una serie de ventajas significativas. Aquí presentamos algunas de las más destacadas:
- Ahorro de espacio: Los platos de ducha ocupan menos espacio que las bañeras, lo que permite ganar amplitud en el baño, especialmente en aquellos de dimensiones reducidas.
- Mayor accesibilidad: Acceder a una ducha es más fácil y seguro que subir y bajar de una bañera, lo que resulta especialmente beneficioso para personas mayores, niños pequeños o personas con movilidad reducida.
- Facilidad de limpieza: Los platos de ducha son mucho más fáciles de limpiar que las bañeras. Al no tener tantas juntas ni rincones, la acumulación de suciedad es menor y la higiene se mantiene con mayor facilidad.
- Ahorro de agua y energía: Ducharse consume mucha menos agua que bañarse, lo que se traduce en un ahorro en la factura del agua y en un menor consumo energético para calentar el agua.
- Mayor seguridad: El riesgo de resbalones y caídas es menor en una ducha que en una bañera, lo que la convierte en una opción más segura para toda la familia.
- Diseño y estética: Los platos de ducha ofrecen una gran variedad de diseños y materiales, lo que te permite personalizar tu baño y darle un toque moderno y elegante.
- Rapidez: Ducharse es mucho más rápido que bañarse, lo que te permite ahorrar tiempo en tu rutina diaria.
En resumen, instalar un plato de ducha es una excelente opción si buscas un baño más funcional, seguro, accesible y moderno.
